
Por Rafael Capita.
El piloto alemán, Sebastián Vettel, 4 veces campeón mundial de Fórmula Uno (F1) además de ostentar el título del piloto más joven de la categoría, con números que imponen respeto dentro de las estadísticas de pilotos. Un escenario perfecto para colocarlo en el hall de los «indiscutibles», ¿cierto? Bien, su desempeño en los últimos años viene sumando críticos que pasan cuestionar su reputación como participante del selecto grupo de «Los Gigantes de Siempre«.
¿Pero qué será lo que pasa por la mente del tetracampeón? Pues parece que ele no tiene más aquella fuerza.
Sebastián Vettel ha tenido un óptimo desempeño deportivo desde la época de los karting. Teniendo éxito en todas las categorías que disputó. Siendo reconocido por su técnica y pericia al volante. Llegó a la F1 y entre los años 2010 y 2013 consiguió sus 4 títulos mundiales de forma implacable. Pero justo ahí, la temporada 2014 marcó en Vettel algo que no conseguimos explicar. Vettel tuvo un nuevo compañero de equipo, el para entonces novato Daniel Ricciardo, también australiano como su ex-compañero y recién retirado Mark Webber. Para 2014 el alemán pasó el año sin vencer ninguna carrera, mientras que el joven Daniel, venció 3 carreras y terminó la temporada con un margen de puntos que opcacaban al tetracampeón.
El siguiente año, el joven alemán se unió al equipo Ferrari, y a pesar de que en algunas temporadas ha podido contar con un coche tan o más competitivo que el Mercedes, no pudo hacerle del todo frente al equipo alemán.
¿Estaría Sebastián perdiendo su auto- confianza?
Hay nítidamente un divisor de aguas en el desempeño de Vettel desde la temporada 2014. Su postura corporal en el paddock pasó a ser más retraída, en algunos momentos con hombros caídos y encogidos, muy diferente de aquella postura ‘Súper Man’ tan común de los pilotos campeones.
Según la psicóloga americana Amy Cuddy, la postura influencia en el estado de confianza.
Adoptar posturas más abiertas y amplias hace que aumente la producción de la testosterona y disminuya la hormona del cortisol, haciendo que pasemos a sentirnos más seguros y menos estresados. Y cuando adoptamos posturas más «disminuidas», encogidos, los niveles de testosterona caen y aumenta la cantidad de cortisol en nuestra corriente sanguínea. Esta hormona, cuando cae por debajo de lo adecuado perjudica notoriamente el desempeño, por el aumento de la ansiedad y la fatiga.
Es posible que después de haber conquistado 4 coronas en la máxima categoría y haber sido superado por el novato al finalizar su reinado, el piloto alemán haya desenvuelto lo que los Psicólogos llaman «Síndrome del Impostor«, cuando una persona se siente que no es realmente capaz y que otros sobrevaloran su talento. Un caso de este síndrome que fue muy conocido, fue el de la ex primera dama de los Estados Unidos de América, Michelle Obama: «Todavía tengo un poco del síndrome del impostor, nunca se va. No desaparece ese sentimiento de que no me deberían tomarme tan en serio porque ¿qué sé yo (De la vida)? Lo comparto con ustedes porque todos tenemos dudas sobre nuestras capacidades, sobre nuestro poder y sobre qué es ese poder».
El síndrome del impostor, surge como una demanda emocional reprimida, asociada posiblemente de eventos infantiles que, al tener la misma emoción repetida posteriormente se consolida como una verdad absoluta para la mente y subconsciente. Pero como cualquier trastorno emocional, este síndrome tiene tratamiento.
No es secreto para nadie que los aspectos mentales y emocionales son fundamentales para el desempeño deportivo y eso, entre más confianza, más seguridad; mejor desempeño y eso, sumado al talento y la dedicación transforma personas comunes en grandes campeones.
Rafael Capita, es psicólogo clínico e hipnoterapeuta. se dedica además a la gestión emocional y reprogramación mental. Hoy se estrena como escritor en el café aunque desde que nos conocemos hemos tenido la intención de trabajar juntos en varios campos Para contactos: twitter: @rafaelcapita Ig: @rafaelcapitaa
El texto original fue escrito en portugués y traducido al español por su servidora.
Nos leemos pronto.
Saludos
@SerenarfRF1