F1

Limitaciones, limitaciones

La Fórmula 1 es a día de hoy considerada la punta de lanza del automovilismo, la élite de las competiciones de motor. Tanto es así que incluso durante la pasada temporada otras competiciones alteraron su calendario para no coincidir con un GP de F1. Y no hablo de una competición cualquiera, sino del mundial de MotoGP, que podríamos calificar como la equivalencia a la Fórmula 1 en el también apasionante mundo del motociclismo.

Sin embargo, me sorprende continuamente los obstáculos que se le colocan a un deporte que, desde mi humilde punto de vista, debería estar a la vanguardia tecnológica. Hecho de menos aquellos motores Porsche montados en el McLaren MP4/3 que superaban los 1.100 CV de potencia, utilizados únicamente en clasificación porque no duraban más de un par de vueltas. Y aquellos neumáticos especialmente diseñados para calificación que se desintegraban tras apenas una vuelta en el circuito. Estos dos elementos juntos permitían clasificaciones de infarto, en las que cada piloto se jugaba todo a una única vuelta y donde no había lugar para el error.

Entiendo que dada la situación económica actual y por motivos de seguridad existan normativas que prohíban este tipo de situaciones, especialmente en cuanto a motor se refiere, por el alto coste de este elemento y por la cantidad de motores que se utilizaban en aquella época a lo largo de la temporada, aunque reconozco que estoy a favor de la vuelta de los neumáticos de clasificación: con proveedor único no sería tanto gasto. Pero no soy partidario de la situación actual, donde se ponen impedimentos a un gran número de inventos revolucionarios que los ingenieros de las distintas escuderías sacan a la luz: Mass Dumper, difusores dobles, difusores soplados, control de altura, etc. Muchas veces hacen alusión a evitar que se disparen los gastos, pero ¿qué ocurre con las escuderías que ya han invertido tiempo y dinero en estos inventos? ¿O que incluso han construido un coche completo en base a ellos?

Todos estos inventos sí deberían tener cabida en la Fórmula 1, dando más libertad a las escuderías para desarrollar nuevos artilugios que revolucionen la competición. Sí, es cierto que los gastos serían mayores para los equipos, pero para aquellos que no puedan costearse la F1 hay otras categorías, como GP2, F3, etc. ¿Acaso no sería bonito ver como cada escudería saca sus propios inventos sin temor a que dos carreras más tardes se los prohíban? Si ya de por sí la reglamentación actual impide que los coches se diferencien demasiado entre ellos, al menos a nivel estético, estas prohibiciones no ayudan para nada a aumentar las diferencias entre ellos.

Creo que la única razón por la que un determinado invento debería prohibirse es la seguridad. Si es seguro para todos, adelante. A lo largo de la historia de la F1 los ingenieros han demostrado ser capaces de recuperar lo que la FIA les ha quitado mediante las limitaciones. Y esto sí tiene un coste: más investigación y más desarrollo es igual a más dinero invertido.

No obstante, también he de decir que siempre estaré en contra de artilugios que hagan la conducción al piloto demasiado fácil: veo positivas limitaciones como la prohibición del control de tracción, del ABS o de la telemetría bidireccional, ya que este tipo de ingenios pueden hacer que el piloto sólo deba pisar dos pedales y girar el volante sin preocuparse demasiado en la conducción, puesto que sabe que el coche corregirá sus errores pero, ¿es en realidad esto conducir?

Escuché una vez de un piloto, de cuyo nombre no logro acordarme, que antes la conducción era más «pura»: el piloto controlaba cuánta gasolina entraba al motor directamente con el acelerador, ahora únicamente manda la orden a la centralita de que quiere más potencia y ésta se encarga del resto. Esto tal vez sea demasiado purista, pero no deja de tener su parte de razón: la tecnología es más que suficiente para que un Fórmula 1 se conduzca solo, ¡no debemos permitir que eso ocurra!

Resumiendo cuentas, creo que a día de hoy la FIA está limitando demasiado el desarrollo de los monoplazas y que esto está teniendo justo el efecto contrario que el que pretenden: se aumentan los gastos al tener que desechar y rehacer horas y horas de investigación. Los únicos favorecidos son los equipos pequeños, ya que por norma general estos no tienen los recursos necesarios y no pueden afrontar este tipo de desarrollos. Sin embargo, siguen muy lejos de acercarse a los grandes en cuanto a rendimiento y por tanto no es justificable tantas limitaciones, a fin de cuentas al entrar a la F1 ya saben los riesgos y gastos a asumir. Y como consecuencia de las muchas regulaciones y limitaciones, para la actual temporada, los ingenieros se preguntan si sus coches realmente tendran el rendimiento deseado, o el pico de pato, ¿los hará volar?

¿Realmente se justifican tantas limitaciones? Lo que me lleva a la siguiente pregunta: ¿sirve de algo tener 3 «subcategorías» dentro de la Formula 1?

Rafael Campos(@rcampos86)

Café con compromiso

El merengue sin letra

Abiertamente desde hace algunos años me declaré enemiga de las religiones. Las razones obvias: no son más que un modo de dominio que durante siglos las personas han seguido sólo por imposiciones, por lo que he sido duramente criticada. Fui criada dentro de la religión católica. A los 7 años fui llevada como ganado al matadero a hacer la primera comunión, y recuerdo que decía con orgullo, recibí el cuerpo de Cristo de manos de Monseñor Iturriza, como toda ilusión de niña, sin saber porqués.

A mis 14 años conocí la religión Cristiano-evangélica, y ya creyendo que tenia criterio propio, asistía regularmente a «los cultos» públicos que hacían en cualquier esquina, y hasta llegué a sentir aquello que ellos dicen «el llamado». Al tratar de dar el paso y convertirme a la religión, mi familia se opuso rotundamente. 7 años mas tarde mi novio me propuso matrimonio y acepté. Realmente no me sentía preparada para un matrimonio por la iglesia, pero era la única opción para salir casada entonces: o se hacía boda, como la sociedad imponía o no había casamiento. Y fue Pedro Daniel López, párroco del pueblo, quien oficializó aquello que llamamos «el teatro». Así ha pasado un buen tiempo, e irónicamente, ahora el 80% de mi familia es Cristiano-evangélica, y ¿adivinen que? Me critican y mantienen oraciones para que yo termine de dar el paso. Gracioso, ¿no?

En fin, marcado este cuento por mis diferencias de 7 años, cuando tenía 28 años y pasado 7 años de aquella boda eclesiástica, llega a la clínica donde trabajaba en Caracas un paciente. Hablaba de una historia sobre los diversos actos de brujería que realizaba el presidente Chávez para mantenerse en el poder. Este tema en el país no era secreto para nadie: mas de una vez en sus incontables actos públicos, salia en su platea alguna secta diferente y comenzaban a verse con mas frecuencia en el recorrido del día a día en la ciudad. Bien, la historia, que este paciente y que particularmente me parecía tan absurda es la siguiente: en el sector el Valle, puerta de entrada de Caracas, donde se encuentra la pirámide con las imágenes de Fulano y Sutano (personajes que usan los santeros para sus rituales, y que no mencionaré en mi texto) está enterrado un elefante, cabeza hacia bajo, e hicieron un ritual que hace la gente de esta religión (la cual mencionó, pero no recuerdo). Cada pata del elefante esta señalando hacia un punto cardinal y sobre él, la pirámide, estratégicamente ubicada, para recibir la energía de los rayos del Sol y resguardada por la fuerza de las imágenes que a cada lado luce la pirámide. Yo decía: esto es ridículo, ¿un elefante? ¿es que acaso los vecinos del sector, no se darían cuenta al ser trasladado semejante animal?

Pasé página y seguí mi vida ya alejada de la clínica y de la invasión de todos aquellos que quieren imponer moda, estilos de vida, religión, patrones, etc. y aprendí a vivir según lo que considero. Me declaro creyente de Dios Absoluto, lucho por lo que creo, defiendo mis ideales, trabajo por algunas causas, y respeto las elecciones de los otros. Pero al leer cosas como las que salen en los titulares de prensa de mi país, me asombro cada vez mas con los ciudadanos: piden unas elecciones para escoger un candidato de unidad, y al tener ya uno definido, comienzan a darle cuerda a las palabras del actual presidente, Chávez quien en medio de la amenaza que esta elección representa, comienza a sacar trapos al aire, quedando sus discursos como aquella canción de los 90’s: El merengue sin letra,y meterse con los ancestros de Capriles Radosnki, cuya abuela se vio obligada a huir de Polonia tras la persecución nazi. Sí, trae ascendencia judía, ¿y qué? Como muchos venezolanos, y a decir verdad, eso no nos hace menos venezolanos que nadie. Yo también pertenezco a esa mezcla: fue mi bisabuela una mujer más huyendo de las miles de persecuciones que los sefardistas han vivido y jamás desistió de sus apellidos.

El Candidato Capriles Radosnki, siempre se ha visto como un practicante de la religión católica desde que es figura pública. Y no se le ha visto identificándose o cambiando de religión según la visita de turno, como el actual presidente, que con cada alianza se declara admirador de la nacionalidad del dictador con quien se encuentre. Al candidato Capriles Radonski tampoco se le ha visto faltando el respeto a su familia en un acto público, como el del actual presidente, en la que profesó que su amor por Fidel Castro era tan grande, que no sabía si lo quería como a un padre o a un hermano.

Por tanto concluyo queriendo hacer entender el gran cambio que realmente necesita el país, un cambio que comience con mucha siembra de cultura y educación. Arrancar de raíz el odio, y la división racial, social, política, religiosa y cultural, y sembrar mucha tolerancia y paciencia. Convertirnos en instrumento de crecimiento, no en piedra de tranca, y conseguir ser eso que fuimos todos alguna vez: Hermanos que creemos y luchamos juntos por un país.

SerenaRF1

Café con compromiso

Tomografía de un venezolano

En el 2010 estando de visita en mi país, tomé un taxi y en el trayecto al destino, el conductor del taxi hace un ataque en el que pretendía robar mis pertenencias y luego violarme. Por suerte, por interacción divina y quizás por mis conocimientos de psicología, logré librarme del horror de ser violada. Durante las 2 semanas siguiente en las que seguía en Venezuela, familiares y amigos se sorprendían ante lo sucedido, pero creo que yo me impresionaba más al escuchar los comentarios de estos, en frases como : «imagínate, tú eres tan atractiva que a cualquiera le provocas», «¿Pero donde tomaste el taxi, en la calle? Tú estás loca?, ¡sólo a ti se te ocurre!», «bueno, gracias a Dios, no te pasó nada más que el susto.» Y yo me decía, qué desgracia tan grande, ¿será que yo soy más inteligente que toda esta gente que me rodea? y del mismo modo, pensando en como cortar cualquier nexo que me uniera a aquellos, que conocía de siempre y hacían tales comentarios tan absurdos. Sólo quería tomar un avión y estar de nuevo en Brasil.

3 meses después, vuelvo a Venezuela, para muchos fui una valiente en volver, para otros un que más, la vida sigue, sólo Rubén de Almada comprendió porque volvía: había ido a cumplir mi deber de ciudadana responsable y por el amor que siento hacia mi país, fui a votar.

Han pasado casi 2 años de aquel incidente, y yo continúo fuera del país, pero programando mi agenda según Venezuela me necesite solo que a la fecha de hoy, llámenlo madurez, sentido común, o como quieran llamarlo, ya considero que el problema del país no han sido ni los gobiernos anteriores, ni el actual presidente. El problema de Venezuela está en la mayoría de los venezolanos, aquellos que se acostumbraron a la vida llena de facilismos, de tranquilo yo te lo hago, yo te consigo un puesto aquí, a todo regalado o de que alguien lo resolverá, ya vendrá ayuda de algún lado. Otro gran problema, está en aquellos que están pensando en el carro último modelo, si el Iphone es mejor que el Blackberry. Y otro porcentaje es aquel centrado en el fútbol europeo, el béisbol de grandes ligas, el superbowl, la NBA y el colectivo general, en cualquier clase social esta pensando en, «ya viene carnaval,a donde nos vamos (qué bien que las elecciones de las primarias son antes), qué vamos hacer en semana santa, ojalá den la semana completa. Qué rabia que 19 de abril y 1ero de Mayo caen jueves, pero no importa, de seguro hacemos puente. No contamos con el 24 de junio, pero tranquilos el 24 de Julio es viernes así que desde el 23 es jueves chiquito. El 12 de octubre, ya no sabemos qué se celebra, pero es feriado, y que cae viernes, a beber. La cosa es que el 7 de octubre son las elecciones, ¿eso afectará este puente y la temporada de béisbol nacional? Aparte de las imparables cadenas enviadas por teléfonos, correo, o cualquier medio pidiendo homenaje para el pato Lucas que se murió en un accidente o no entendieron el capítulo final de la telenovela. Mientras los políticos compiten entre ellos, intentando proponer la mejor solución que los lleve al poder, para hacer las mejores acciones para el país, mientras yo los veo como que la mejor acción que harán es enriquecer su cuenta bancaria.

Y hoy corre petróleo en un río muy importante del oriente del país, y pareciera no tener dolientes gubernamentales, ni de conciencia ciudadana, porque me avergüenza leer en algunos medios en los que la población de la zona piden que ayuden a difundir los mensajes y se den cuenta que el asunto es grave. ¿Necesita un venezolano pedir ayuda a otro para difundir una noticia del país?. Que no solo causa un impacto de destrucción ecológica, sino las pérdidas que esto producirá: desde ya hay racionamiento de agua, lo cual no será solo por unos días, porque conociendo la eficiencia de la gente que hoy trabaja en nuestra industria petrolera y administra el país, aseguro que esto llevará su tiempo. Se suspenden clases las cuales si van a terminar a tiempo (¿piensa usted como sera la educación que reciben los jóvenes que se están formando en el país?), y con el desprendimientos de gases tóxicos emanados comenzarán el sin fin de enfermedades respiratorias, entre otras innumerables consecuencias, porque la magnitud de la catástrofe que ha ocurrido en el Río Guarapiche es de mas de 60.000 barriles derramados, y este río recorre desde Jusepin hasta la represa de san Vicente 35 Kms de extensión y desde la represa de san Vicente, hasta la planta de tratamiento de Maturin de bajo Guarapiche hay 25 kms. Y desde este punto hasta el océano Atlántico son 120 kms, y la estimación es que el crudo avanza en un promedio de 40 kms diario, saque usted sus conclusiones. Por mi parte, sólo pienso en las palabras del Apocalipsis: «Se teñiran las aguas, y se hundirá la ramera vestida de rojo». No es Venezuela Babilonia, pero prostituida esta desde hace tiempo y politizada por un partido de color rojo, si,esos que hoy dirigen la industria, son aquellos quienes estaban en un acto político, vestidos de rojo cuando la fuga del petroleo se iniciaba y avanza.

Ay mi Venezuela, no esperes que alguien venga a ayudarte, porque somos tus habitantes quienes debemos cuidarte, y Venezolanos, no esperen ayuda de terceros, somos nosotros quienes debemos por obligación encontrar las soluciones.

Si cambiamos la esperanza por la acción, y podemos estar mejor!.

SerenaRF1