F1

Williams

Foto: Williams.com

Texto: Paulo Alexandre Texeira.

Frank Williams es un hombre respetado.  Todos vieron a Lewis Hamilton sentado a su lado como conductor, conduciendo un Mercedes convertible antes del Gran Premio, para conmemorar su medio siglo en la Fórmula Uno. Fue un hermoso gesto de respeto hacia un hombre tetrapléjico y con 77 años de edad, cuya salud se ha debilitado severamente en los últimos años y lo ha mantenido fuera de la vida diaria de su equipo y el paddock en cada Gran Premio.

Y eso es lo que tiene el equipo este año: respeto por el legado.  Porque mirar la grilla de salida del Gran Premio de Gran Bretaña en Silverstone y ver la posición de sus pilotos fue sin duda, algo penoso.  Ver a George Russell 19th y Robert Kubica detrás, hace que la gente diga, que la casa de Grove, tiene los días están contados.  Por cierto, ahora circula el chiste de que si hacemos una lista de cosas con veinte puntos, tenemos que poner a Russell y Kubica en los lugares 19 y 20.

Cuarenta años antes, en 1979, el escenario era diferente.  En el mismo lugar, Williams celebró su primera pole position gracias al australiano Alan Jones.  Su compañero de equipo, el veterano suizo Clay Regazzoni, era quinto en la parrilla, pero con calma, aunque satisfecho, estaba Frank Williams.  Al día siguiente, celebraría su primera de 114 victorias en la historia de la Fórmula 1, y no fue la culminación de un sueño … no, era una obsesión desde hacía diez años. Cuando caminó por la calle de la amargura.

Cualquiera que haya visto el documental sobre el equipo sabe a qué me refiero.  Un hombre obsesionado con el automovilismo, que vio la pérdida de un gran amigo, el escocés Piers Courage, en un accidente en el GP de Holanda de 1970, que vivió de los restos de los equipos para hacer realidad su sueño, que a mediados de 1976 parecía haber entrado en un callejón sin salida cuando Walter Wolf lo despidió, después de haber comprado el 50 por ciento de su equipo, y seis meses después, el sudafricano Jody Scheckter celebraba en Buenos Aires en la cima del podio, todos los sacrificios habían valido la pena.  .  Y la clave de ese éxito provino de mano de su mano derecha, Patrick Head, y una mujer fuerte detrás del de él  Virgina (Ginny), que no dudó en romper un matrimonio para seguir ciegamente a Frank y su sueño de triunfar en la Fórmula 1.

Y luego el FW07 y el dinero saudita hicieron el resto.  Un año y tres meses después de Silverstone en Watkins Glen, Jones fue coronado campeón mundial.  El primero de nueve títulos de piloto y siete títulos de constructor.

Para Williams, este cruce del desierto es malo, pero no es nada para él.  Él es resistente y persistente, creyendo que la bonanza llegará tarde o temprano.  Para alguien que quedó paralizado del cuello para abajo en un accidente en 1986 y estuvo al borde de la muerte varias veces, con Ginny siempre a su lado, sin querer renunciar al hombre que amaba. No es nada para quien regresó la pesadilla de Courage, 24  años más tarde, en Imola, que no ha celebrado una victoria desde el GP de España de 2012, con Pastor Maldonado, quizás la más inesperada de sus 114 victorias, ver sus autos en la última fila de la parrilla de salida es solo un hipo.  Nada que no hayas visto antes.

Mientras Frank esté vivo, y mientras todos tengan su espíritu de nunca rendirse, nunca bajar los brazos, la historia de Williams siempre será un ciclo eterno entre el triunfo y la derrota.  Un año malo parecerá bueno, se corregirán los errores, aparecerá el talento y algún día volverán a celebrar.  Ginny se fue, Frank todavía se aferra a la vida, no queriendo darse por vencido, durmiendo en la fábrica porque esa es su vida.  Y lo hemos visto en Ferrari y McLaren: los años del desierto fueron seguidos de prosperidad, victorias y títulos.  Y escucharemos sobre Williams nuevamente, no por las bromas, sino por la buena razón.

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Lewis Hamilton: El Último Héroe de la Clase Trabajadora.

Foto: Rocío Romero

Lewis Hamilton está en camino a su sexto título mundial, y si el auto 2020 es similar al de los últimos 4 años, es probable que ese campeonato también posea su nombre, puesto que no se considera que Valtteri Bottas con todo el respeto que merece, sea un rival lo suficientemente amenazante para el británico, al menos en el sentido de que Nico Rosberg fue en sus tiempos.

Sobre Lewis, hablamos sobre sus orígenes: porque talento sí, ya sabemos que desde chico lo tenía. Pero para financiar su carrera de karting, su padre, Anthony, tuvo que conseguir un segundo templeo para pagar las cuentas.  Y McLaren fue su salvavidas para poder escalar la montaña en las categorías de entrenamiento de Fórmula 3 y GP2 antes de entrar en la Fórmula 1 en 2007 y atormentar a Fernando Alonso, quien ya creía tocar su tercer título mundial del campeonato, ignorando que Hamilton tendría la mejor temporada de novato desde 1965 del escocés Jackie Stewart.

Sin embargo, hace unos meses Hamilton ha sorprendido a todos cuando dijo que quiere establecer un proyecto para llevar a los conductores de la clase trabajadora a la Fórmula 1. Se reconoce a sí mismo como un joven que tenía el talento y además tuvo la suerte de estar en el momento correcto, en la hora cierta, pero esto ya no está sucediendo. 

Tenga en cuenta esto: Hamilton es el último de una larga lista de pilotos de la gente, que no utilizó la fortuna familiar, los nombres de sus antepasados ​​no eran de origen noble, para seguir una carrera de carreras.  Tazio Nuvolari y Hermann Lang en la década de 1930, Graham Hill y Jim Clark en la década de 1960, Emerson Fittipaldi en la década de 1970, Alain Prost y Nigel Mansell en la década de 1980, Michael Schumacher y Mika Hakkinen en la década de 1990, Kimi Raikkonen en la década pasada.  .. ninguno de éstos llegaron a la Fórmula 1 por fortuna propia para pagar su asiento.  Los padres de muchos de ellos trabajaron un poco más, como lo hizo Anthony Hamilton. Otro buen ejemplo fue el padre de Kimi Raikkonen, mientras que los niños mostraron su talento y, por supuesto, llegaron a tiempo con la persona adecuada, y directo,es como podemos describir la forma en que Kimi Raikkonen llegó a la Fórmula 1 en 2001 después de … 23 carreras de monoplazas.  Si Michael Schumacher nunca hizo la Fórmula 3000, ¡el finlandés ni siquiera hizo la Fórmula 3!

Incluso Niki Lauda, ​​que tiene sus orígenes en las altas finanzas de Viena, eventualmente tomó un gran préstamo para llegar a la Fórmula 1, porque la familia no le dio dinero para apoyar su carrera, hasta que Enzo Ferrari, viendo talento le dio un salario y pagó sus deudas.

Creo que se entiende la idea de HamiltonLa Fórmula 1 es un deporte de élite, solo hay veinte asientos disponibles.  Y muchos de estos lugares están comenzando a llenarse no con talento sino con billetera.  Y aquellos que no tienen billetera son relegados a otras categorías, como Endurance, IndyCar o Formula E, desperdiciandose mucho talento.  Y cuando no es la billetera, es el «pedegree»: los «hijos de».  Últimamente, hemos visto entrar a algunos niños conductores de Fórmula 1, algunos con talento, como Max Verstappen, pero muchos otros con solo … nombre.
Y para llegar allí, no hay muchas maneras.  Los escuelas de pilotos que han hecho los equipos de Fórmula 1 no están bien enfocadas en ocasiones, e incluso el Red Bull que era más cuidadosa y más exitoso al respecto ya no es lo que era.

En resumen, ¿ Se convertirá acaso Lewis en un padrino de Esteban Ocon? Veamos al final en que resulta la idea de Hamilton.  Probablemente podría ser algo que pueda hacer después colgar su casco.  Queda por saber, si lo hace, ¿dará frutos?. Esperemos que sí,  Porque de lo contrario, la Fórmula 1 será aún más elitista que la equitación o el golf.

Espero os guste, los comentarios y me gustan son bienvenidos.

Saludos,

Por: Paulo Alexandre Texeira, Colaborador del café desde 2011.

Adaptación al español, Rocío Romero.

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La Polémica Carrera Du Canadá

Galería de imagenes Rocio Romero

El pasado 9 de junio se celebró uno de los Grandes Premios con renombre en el calendario de Fórmula Uno, sumándose así el segundo GP en el grupo de las pistas de habla francesa. El Gran Premio De Canadá, edición número 40 en el circuito de Montreal.

Podría decirse que el gran premio fue difícil para varios equipos en muchos sentidos, comenzando con el piloto de casa, Lance Stroll. El joven oriundo de Montreal, no tenía siquiera expectativas de finalizar la carrera, dado el problema que presentó su monoplaza día sábado, iniciando las prácticas libres 3 (PF3), justo cuando hacía su vuelta de prueba. No era menos que, un fallo en el motor de combustión interna, de uno de los coches del equipo Racing Point, se apreció en pantalla la flamante llama. Había caos en el equipo y por supuesto, en Mercedes quienes no tenían una explicación para lo sucedido, principalmente cuando todos los motores Mercedes estaban usando nueva Unidad de Potencia(Pus). De igual forma, esto solo se traducía a una frase: más trabajo para los mecánicos. Y la duda de si, ¿Tendría Stroll, el coche listo o no para la clasificación?

Kevin Magnussen, fue otro quien también puso a trabajar a sus mecánicos al finalizar la Q2, con su aparatosa batida ya casi cuando recibía el banderazo a cuadros en su cronómetro, comprometiendo con esto el resultado de la vuelta de su compañero, el francés Romain Grosjean. Kevin Magnussen, lograba colarse en la Q3, pero su camino fue directo a su revisión médica. El asombroso mensaje de radio de la carrera lo dejaré para los últimos párrafos del artículo.

En cuanto a los pilotos de Red Bull, puedo decir, que Max Verstappen sigue brillando, este chico cuando se sienta al volante los días de carrera, simplemente quiere triunfar. Obvio, es el objetivo de todos los pilotos, pero no todos tienen, ni el talento suficiente ni el tacto con el que ha venido madurando Max. El holandés pareció no entenderse bien al principio con la pista canadiense, bien fuera por los neumáticos o el clima, pero no pudo pasar a la Q3 durante la clasificación, sin embargo, a nadie le preocupaba, salvo quizás a su compañero Pierre Gasly. Y en carrera, así lo demostró, Verstappen, se recuperó brillantemente acabando 5to, teniendo un control absoluto del neumático duro (49 vueltas), mientras su compañero debió conformarse con el 8vo lugar en carrera.  

Renault parece estar logrando las prometidas mejorías, tanto así, que incluso los McLaren amenazaron con una prometedora carrera, pero eso, solo fue una amenaza. Lando Norris tuvo que retirarse en la vuelta 9, mientras Sainz, si logró terminar, pero en la posición 11. Siguen los problemas de fiabilidad en este equipo. Por otro lado, Renault finalizó 6to y 7mo respectivamente. El mejor resultado del equipo en esta temporada. Bien por Daniel Ricciardo y Nico Hulkenberg por los ello.

El incidente en la salida entre Antonio Giovinazzi y Alex Albon, considerado como un incidente de carrera, e incluso creo, que ni siquiera llegó a abrirse investigación. A pesar que el anglo-tailandés, debió volver a boxes para cambiar su frontal, pero aceptada la decisión de los comisarios. Otro momento un poco confuso y sin investigación fue el error de Ricciardo, que incluso llegó a bloquear a Valteri Bottas, pero tampoco hubo investigación, cuando bien es sabido que el cambio de trayectoria es prohibido en el reglamento, y el australiano lo hizo 2 veces durante el Gran Premio, y aquí agradezco a José Antonio Fernández quien me aclaró mucho mejor el punto además compartir el mismo punto de vista al respecto.   

Lance Stroll, logró terminar la carrera, no solo eso, sino que además recibió el banderazo a cuadros en P9. Esto no se dice muy a menudo, pero por ésta vez, hay que resaltarlo: el canadiense hizo un buen trabajo.  Y del equipo Williams, si creen que no hay nada que comentar del equipo de Grove, hay que quitarnos el sombrero ante el espectacular pit stop de 2 segundos en el cambio de neumáticos en la parada de Robert Kubica.

Kevin Magnussen, realmente hizo el feo. Entendemos de frustración, pero detrás de cada equipo hay mucha gente que se esfuerza, que se va a dormir tarde y que se levanta muy temprano para tener el coche a punto. De muy mal gusto su comentario, y le doy la absoluta razón a Guenther Steiner.  Al interrumpir la comunicación de radio entre Kevin y su ingeniero. ‘Enough is enough’. Guenther dio una hermosa clase de como destruir la arrogancia sin necesidad de ser grosero. El danés, entendió inmediatamente el mensaje de su jefe de equipo y comenzó a disculparse, pero un poco tarde, la ofensa hacia a todo un equipo ya estaba hecha. Supongo que aquella célebre frase ‘Suck my balls’, que usó en 2017 hacia Nico Hulkenberg, la han de estar usando para con él todos dentro del equipo.  A veces pienso en las críticas que recibe Romain Grosjean, pero hay que destacar, la educación del piloto francés es digna de admiración. Ya en ocasiones le hemos visto hasta consolando a sus mecánicos. Solo por recordar detalles en Haas.             

 Mercedes, Ferrari, los comisarios y las gotas que derramaron la copa

El equipo alemán presentaba sus primeras dificultades durante la temporada, ya lo dije al principio, con lo sucedido con el motor del coche de Lance Stroll, sin embargo, sus pilotos tampoco la habían visto color de rosa en Canadá. Si bien desde los test de invierno en Barcelona se podía comprobar el tipo de pista en los que Ferrari tendría superioridad, Montreal presentaba todas las características para favorecer a los italianos, y así lo demostró y Mercedes aquí sufría. Incluso, minutos antes de la carrera, los de Mercedes seguían haciendo magia para solventar la avería del coche de su piloto líder, una fuga hidráulica descubierta la noche anterior. Veíamos también a mecánicos trabajando contra el reloj en el grid, faltaban pocos minutos para la vuelta de reconocimiento. Ferrari lideraba la salida con su piloto favorito, seguido del inglés de Mercedes, y Charles Leclerc que completaba el top 3.

Si, ya sé que hice mención de la difícil semana de Mercedes, pero aun así vimos no tiraron la toalla. A pesar de no tener las respuestas para Racing Point, Stroll acabó entre los puntos así como se vio a un Lewis Hamilton competitivo, casi que, empañándole la visión al retrovisor de Vettel, quien una vez más bajo presión volvió a cometer un error. Ok, admito, este 100% ha sido perdonable. Pero imperdonable a la vez, porque ha costado la ansiada victoria. Ese desliz de 5 segundos que, le robaron la ilusión al equipo que necesita mucha motivación. Fue doloroso, considerado anti-deportivo incluso por periodistas y ex campeones mundiales. Si la esencia del deporte a motor es, el riesgo, ¿dónde diablo ha quedado esa palabra ahora? Siendo justos y haciendo memoria, no es la primera vez que este tipo de maniobra se sanciona. Max Verstappen tiene una escuela de ello. Si recordamos bien, la protesta de Ferrari en Austin 2017 hizo que ya estando el holandés en la cool down, le notificaron que debía retirarse porque estaba sancionado con 5 segundos por haber ingresado a pista, empujando a Kimi. No había barreras en aquella curva, y la maniobra de peligrosa tuvo poco. Vamos a Japón 2018, Verstappen sobre Raikkonen nuevamente. Si vemos el video, fue prácticamente un cambio de pista del Vettel-Hamilton, Canadá 2019. Un escenario muy similar, solo que, de esta vez, el sancionado ha sido un Ferrari.  Les duele a todos, especialmente cuando la carrera haya tenido que ser decidida por esta razón.

La emoción de luchar por el primer lugar de Hamilton pasó a un segundo plano, ¿para que arriesgar más motor cuando por consiguiente cruzar de segundo le garantizaba el primer lugar? La decisión de los comisarios estaba a su favor. La séptima victoria en el circuito canadiense le llevaba a igualar al gran Schumacher. La sanción… justa o no, fue sanción. Unos a favor, otros en contra. Actitud de mal perdedor por parte de Sebastián, SI. Tan de mal gusto como el radio de Magnussen. Porque afirmo esto, porque no ha sido al primero que se le sanciona por igual acto. Segundo, porque de beneficios y favoritismos ha sido Sebastian Vettel bastante premiado, tanto por la FIA como por ahora su actual equipo, ni hablar de su paso por Red Bull.  Tercero, porque después de 7 carreras, donde el más perjudicado ha sido Charles Leclerc, quien ha demostrado ser digno de merecer trato preferencial, le fue negada la posibilidad de luchar por el segundo lugar, al no ser notificado de la sanción a su compañero. Pero una vez más en Ferrari, ¿para que arriesgar? Y más criticable aún, cuando el otro chico podía luchar. Más penoso que el equipo, como para salvarse de la vergüenza solo le pidió ir a por la vuelta rápida. Siempre he dicho que la política de Ferrari no es una política de fiar, pero peor aún, si eres piloto y ni siquiera en tu ingeniero de pista te puedes confiar… Creo que Charles tiene mucho en que pensar.         

Vaya, al final de este café me ha salido un verso sin esfuerzo. Nos leemos en el siguiente y último Gran Premio del grupo de habla francés en este campeonato.

Au Revoir Canadá.

Rocío Romero Navarrete.

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Sebastián Vettel, Apatía de un Campeón

Galería: Rocío Romero.

Apatía, conformismo, casi autocomplacencia. Esa es la imagen que Sebastian Vettel está dando tras las primeras carreras de esta temporada. Quizá marcado por la gran superioridad de Mercedes en la que parecía, la temporada del fin de la hegemonía de la marca alemana. Quizá atemorizado por la llegada de un Charles Leclerc que no iba a ser mera comparsa ni escudero como Kimi Räikkönen. Lo cierto es, que la imagen de Sebastian Vettel en este 2019, no está siendo la de un tetracampeón del mundo que ha de “tirar del carro” en un difícil momento como el que está pasando Ferrari.

Un gran piloto, cuanto más un campeón del mundo, debe de hacer bloque con el equipo y asumir galones fuera del monoplaza cuando vienen mal dadas. Dentro del cockpit, ha de dar el “extra” que no tenga el coche en ese momento, pero que si se presupone que tienen sus manos y su forma de gestionar la carrera cuando hablamos de un campeón del mundo. Lejos de ello, vemos a un Vettel que casi parece conformarse con ir quedando delante de Charles Leclerc carrera tras carrera, sin poner la mira telescópica en Brackley. Parece que le bastara con seguir sintiéndose y siendo considerado como el primer piloto de los de Maranello, dada la amenazante figura de un, sin duda, futuro campeón del mundo como Charles Leclerc. Puro conformismo que un tetracampeón no debe tener.

Lo preocupante para el piloto alemán de todo esto, es que ya se ha convertido en un “sospechoso habitual”. Si bien entre 2010 y 2013 ganó cuatro mundiales consecutivos, no menos cierto es, que lo hizo con un coche abrumadoramente mejor al resto, y, a pesar de ello, en dos de esos mundiales el título lo logró justo en la última cita del campeonato.

Cuando las tornas cambiaron y Mercedes pasó a gobernar de manera casi insultante la Fórmula 1, Vettel no fue capaz de sacar la cara en pista por Red Bull, sí lo hizo un Daniel Ricciardo que aterrizaba en aquel 2014 en Milton Keynes consiguiendo victorias para los austriacos en aquel difícil año.

Ya en Ferrari, cuando por fin tenían un monoplaza a la altura de Mercedes, algo que ocurrió mediada la temporada del pasado año, Vettel volvió a fallar, esta vez en los duelos con Lewis Hamilton. Volvía a quedar retratado.

Pero esta temporada, la imagen esta siendo incluso peor, y pese haber conseguido cruzar la bandera a cuadros en primer lugar, la polémica penalización recibida durante el Gran Premio De Canadá, le quitó el brillo a lo que pudo haber sido su primera victoria en esta temporada .

Nadie dice que el alemán no sea uno de los pilotos de más alto nivel, pero desde luego, pese a sus cuatro mundiales, no es de los mejores de la historia.

Artículo Escrito por Daniel Guillén, quien se estrena como colaborador del blog.