Para el café de hoy intentaré no extenderme mucho, quiero ir al grano ya que cuando hablar de la FIA corresponde lo mejor es no darle muchas vueltas, porque es un asunto que pica y se extiende, y en la cual bien sabemos nunca saldremos ganando.
Transcurrido 6 días de la desaparición física de Jules Bianchi, nos pesa el saber lo joven que era, el talento que tenía y sin duda recordar su carisma, porque la verdad se perfilaba a escribir su nombre en la lista de los ganadores, en lo particular, no dudo que de los campeones y sin duda, uno de esos pocos que caminan por el paddock, de los que caen bien. Preferí callar ante su partida, es impresionante cuanto podemos llegar a apreciar a uno de esos seres que ni siquiera conocemos. Y peor aun cuando queda la incertidumbre, todavía nos cuestionamos quien ha tenido la culpa al respecto. La FIA jamás lo va a decir.
Faltan pocas horas para que inicie la celebración del Gran Premio de Hungría, yo al igual que muchos con la sensibilidad a flor de piel, ni siquiera puedo imaginar que siente cada uno de los pilotos que subirá a su monoplaza en su festival de sentimientos encontrados. Aunque quizás le estoy poniendo mucho pasión a la nota. La partida de Jules Bianchi no es mas que una mas para el gran circo.
El show debe continuar, el glamour, las sonrisas, el dinero de por medio, hoteles reservados, y la Formula Uno vuelve a sonar motores. Nada que sorprenda, si en 1994 a tan solo 24 horas de la muerte de Roland Ratzenberg, tuvimos el disgusto de ver en pista otra muerte mas. Obvio, esa vez la FIA tampoco quiso admitir la verdad de esa fatalidad y era que el austriaco falleció en pista. En fin, de esas pirañas nada me sorprende, pero muy a su pesar sabemos que la cadenas de errores desencadenaron en ese terrible accidente en Japón el año pasado. El tiempo hacia de las suyas, el comisario no tenía bandera amarilla en manos. La grúa no salió por si sola. Hamilton líder de carrera anunciaba que no veía bien, los dirigentes del cuento y encargados de ofrecer la seguridad en pista decían que todo estaba bien. Jules no está para aclarar su parte. Charlie se lava las manos. La grúa no tiene boca así que a todas esta, la culpa es de la vaca.
Que el viaje de Jules a la eternidad sea en paz, que hasta ahora no solo demostró ser bueno en pista, sino como hijo también. Comentábamos un amigo y yo, que esperó la bendición de sus padres para partir. Ya que cuando anunciaron que perdían toda esperanza dejó esta tierra. Y nos recordó una vez mas que esta vida es para vivir, no solo para existir. Adiós Jules. 17Forever
Hace exactamente un año los titulares de prensa señalaban, que se había encontrado sin vida en un hotel de Sevilla, la piloto española María de Villota. Sentaba mal la noticia, las dudas invadían a los curiosos que a priori señalaban la hipótesis de suicidio como en mas de un lugar llegué a leer. Me quedé callada, simplemente me dolía como si perdiera a una amiga, no quise discutir con los peritos que se encuentran en la red ni con los destructores de oficio, la incredulidad, solidaridad junto a la prudencia prefirieron guardar la calma y junto a un gran grupo se esperaba el comunicado de los familiares.
Solemos creer que la vida es injusta cuando no hacemos un esfuerzo por conocer nuestra razón de vivir. Como padres, familiares y amigos nos negamos a aceptar la pérdida sea por accidentes o por partida física. María de Villota supo desde muy joven cual era su propósito y siguió su camino por el objetivo de sus metas. Superó las barreras que conseguía por su condición de mujer en el mundo que escogió para competir. De la mano de su padre emprendió el vuelo y decidió volar alto, destacar y ganar fue siempre la meta pero la Fórmula 1 era el premio mayor.
María era una mujer de emprendedora. Iba a por lo suyo y fue así que en sus intentos se hizo como piloto de pruebas del equipo Marussia. A pesar de no tener superlicencia ya sentía bastante orgullo en ser la primera española en sentarse en un monoplaza de Fórmula 1, además de romper con la racha de 25 anos sin que una mujer tuviera representación en esta categoría. Fue embajadora Contra La Violencia de Género, y esto le llevó a ser la representante de la comisión de la mujer en la FIA.
Aquel 3 de julio de 2012 en Cambridgeshire en el que Maria de Villota tuvo ese terrible accidente uniformada con Marussia, después de 3 meses el mundo entero supo que esta chica estaba hecha de madera fina. Que fue capaz de reponerse a todo lo que tuvo que pasar y era capaz de sonreír. María aparecía en público, con un parche en el ojo que fue la consecuencia del accidente. Perdía un ojo pero reconocimos que ganó una vida. En los meses siguientes no descansó, vimos las imágenes de cuando se reencontró con el casco del accidente, la vimos el paddock de Fórmula uno como miembro de la comisión de pilotos de la FIA, en TV comentando sobre seguridad en carretera, y en paralelo escribía su historia. Siempre sonriente y haciendo brillar su estrella.
Hoy otro joven piloto intenta ganarle la batalla a la muerte, infelizmente el equipo Marussia aun no se libra de los fantasmas. Todos estamos brindándole nuestras energías y me gustaría que alguien le recordara que hubo una mujer fuerte, tanto que fue capaz de estafarle 1 año a la muerte y decidió vivir para contarlo.
Maria de Villota comprendió que la vida no solo era para vencer los obstáculos sino que además supo que La Vida Es Un Regalo, y así quiso hacerlo saber al mundo. Hace exactamente 12 meses dejó la tierra, pero no dejará de existir. De Villota sigue vigente en quienes comprendemos la importancia de vivir. Creo que su legado no quedará en vano. Quizás la mayoría de los entregados a este deporte a motor hoy se encuentran entregados al inaugurado circuito de Rusia y olviden que fecha es hoy, pero no todos. Por aquí una aprendiz de escritora y aficionada a la F1 decidió no ver el Gran Premio de Sochi y homenajear a María de Villota. Gracias por abrir las puertas a las mujeres nuevamente en la categoría y que tu estrella quede brillando siempre como en vida su esplendida sonrisa.
Se acerca el cierre del campeonato de Formula 1, y aun así todavía muchos espectadores no le hemos encontrado el sabor a miel a esta nueva temporada -Confieso que ese es mi caso esta y el de muchos amigos que me ha regalado el deporte a motor-. Si bien, muchas veces nos puede más el amor a las carreras, he de reconocer que en ocasiones nos encontramos fieles a las carreras por apoyo a nuestro equipo o a nuestros pilotos favoritos, y además ver si las escuderías pequeñas logran progresar y creernos descubridores del brillo de los jóvenes que se inician en los mismos.
Olvidábamos el Gran Premio de Singapur donde los que tuvieron el placer de asistir y acompañarlo a través de los medios de comunicación se quejaron de un abusivo tiempo del Safety Car en pista, en una competencia que hasta el día de hoy no ha contado sin la presencia del mismo, las esperanzas de mejores expectativas para la temporada seguían en el continente asiático, pero esta vez en el tradicional circuito de Suzuka, Japón porque para quien asiste la fórmula uno sabe que Suzuka trae emoción y quizás por su tradición es de las mas respetadas y esperadas por el público.
Llegó octubre y junto con el mes se acercaba la carrera 19 del calendario, contando los días para el Gran Premio, y la esperábamos todos. La noticia de que un tifón haría presencia en el lugar durante la realización de la competencia nos ponía en vilo, unos muy convencidos que no se realizaría en el horario programado, (en lo personal aposté por eso) porque el circo no se puede detener. Además los organizadores jamás harían algo que pongan en riesgo la seguridad de los pilotos, con tantas limitaciones e inversiones que existen… palabras mas, palabras menos… Ahora todo en tela de juicio.
De la carrera solo puedo destacar el hermoso pase que le propició Lewis Hamilton a su compañero de equipo donde se hizo con el primer lugar, y desde entonces le aseguraba la victoria. Hay otros puntos que quizás tengan valor, pero todo quedó eclipsado ante la cadena de errores que han cometido los organizadores, por confiar lo suficiente en la seguridad a la que le pusieron todo el empeño en mejorar desde 1994 hasta ahora. Y créanme no soy absolutamente nada experta en materia y muchos menos este campo.
Pero a mi criterio las equivocaciones son:
• Primer error: No imponer autoridad sobre el cambio del horario de la carrera. Se afirma que si hubo discusión al respecto y que Honda no cedió, eso es comprensible, desde que vivo en Asia aprendí a conocer a los japoneses y si le cambias el guión, no saben como actuar.
• Segundo error: Pilotos y equipos que actuaron mansamente. Parecieran no tener ni voz ni voto, ya que no se escuchó una propuesta de ninguno.
• Tercer error: No detener la carrera al volver la lluvia con la fuerza que volvía, y peor aun negarse a escuchar a los pilotos cuando pedían a dirección de prueba detener la carrera por falta de visibilidad. Seamos conscientes y objetivos. Detener la carrera en este instante no iba a alterar el resultado, por lo tanto, a Hamilton se le negó el privilegio de líder, y ya giraba a 2:20.976. Si hay razón para asignarle un error a la FOM o a la FIA
• Cuarto error: Tras la estampida de Adrian Sutil, se activa la bandera amarilla. Pero en la zona de trabajo donde la grúa trataba de evacuar el Sauber, se observar bien que se encuentra un comisario agitando bandera verde. Y segundos después vemos que Jules Bianchi pierde el control y sucede el accidente que no queremos recordar. Es aquí, donde le cambian la bandera al comisario: Amarilla y SC.
• Quinto Error: Las improvisaciones de la FIA. Mucho se ha especulado sobre la grúa, que no debía estar en pista. Otros lo defienden apegándose a las declaraciones de los voceros FIA que no hacia falta SC hasta el punto. Que si el espacio es restringido y no pueden emplearse otro sistema, etc. Es un tema a discutir, desde muchas perspectivas, comenzando por celebrarse el gran Premio en el país de la tecnología y que le demos razón a la FIA y desde mi óptica realmente es un tema que no se habían planteado con seriedad hasta ahora, aun cuando el año pasado la grúa en pista cobró una victima en pista. También puedo traer a mente, sino me equivoco, el Gran Premio de Alemania, cuando en medio de la pista se quedó accidentado también Adrian Sutil, y no hubo SC pero si hubo, comisarios exponiendo sus vidas para remover el coche.
Pienso en Bianchi, pienso en Sutil y lo que debe sentir como testigo de lo acontecido. Es martes se habla del Gran Premio ruso en el circuito de Sochi. Me decepciono. Pienso que me daré a la tarea de protestar como lo hago durante el Gran Premio de Bahrein, la carrera de Rusia tampoco la veré y hasta eso me da desánimo. Todavía tengo mal sabor de boca, ya el Gran premio de Japón se había iniciado sin emoción y peor recordar que acabó en drama.
Quiero tener una respuesta ante lo sucedido, quiero que admitan responsabilidades, sería muy bueno para que dejen de ser señalados. Pero es obvio que cuando los tentáculos monetarios de quienes dirigen la carpa están de por medio, jamás admitirán errores. Dirigentes y ex dirigentes se apoyaran entre sí. Quizás no haya una respuesta certera. Muchas dudas en este desgraciado Gran Premio que entre los inconvenientes de un tifón, el infortunio de un piloto y los errores de organización conjuraron la hora precisa para que Jules Bianchi hoy se encuentre librando una batalla a la muerte.
Jules, pudiste llevar a Marussia a los puntos, mi plegaria es que le sumes puntos a tu vida. Sigo aquí junto a las muchas personas que te están enviando buenas energías y no es solo porque estas en este proceso, es que por tu carisma lo has conseguido ganar. #ForzaJules, sé nuestro campeón.